Teatro de opresión
El Teatro del Oprimido es una tendencia teatral sistematizada por el dramaturgo, actor, director y pedagogo teatral brasileño Augusto Boal (1931-2009) a partir de los años 1960. Actualmente tanto Julián Boal, su hijo, y su grupo creado en París en 1979 siguen sus teorías desde Brasil y Francia respectivamente.
La mejor definición para este "sería la de que se trata del teatro de las clases oprimidas y para los oprimidos, para desarrollar una lucha contra estructuras opresoras". El Teatro del Oprimido recibe influencia del Teatro Épico de Bertolt Brecht y de la Pedagogía del Oprimido de Paulo Freire. Las técnicas son las que comprenden unos juegos y dinámicas múltiples que se describen en su libro "Juegos para actores y no actores" para posteriormente analizar las opresiones y relaciones de poder y así poder combatirlas.
Julio de 2018 valencia, mi pareja y yo (las dos mujeres) íbamos andando por la Calle Colón cogidas de la mano como cualquier otra pareja hetera, cuando nos dimos cuenta que estábamos siendo objeto de burla de un grupo de cuatro hombres de entre 25 y 30 años. Estos se dedicaban a señalarnos entre risas y gritando comentarios como ``Menudo trío me montaría´´, ``Están juntas porque no han probado un pene de verdad´´, etc…
Esto provocó en mí que me
repudiase a mi misma, me llegue a creer que lo que estábamos haciendo realmente
estaba mal e iba contra natura. Estos pensamientos se incrementaron cuando
entramos en la Estación del Norte y fuimos a un vigilante a explicarle la situación
cuando este nos contestó: ``Bueno si vosotras tenéis libertad de expresar vuestro
amor, ellos son libres de opinar sobre ello´´. Esta oración fue un
desencadenante de odio hacia mi misma.
Cuando representamos en clase
esta escena mis compañeras y compañeros no daban crédito de que en pleno siglo
XXI esto siguiera pasando.
Como ya he explicado antes, en el
teatro de opresión, una vez representada la escena los espectadores proponen soluciones.
La más acertada para mí fue esta:
El vigilante entendía que estábamos
siendo acosadas y detuvo a los hombres. Además, de que uno de ellos consiguió
entender que lo que estaban haciendo estaba mal y se ponía de lado el
vigilante.
Pero esto solo es un supuesto
ideal. Ante estas situaciones hay que llamar a la policía porque cada ser
humano es libre de amar y de demostrar su afecto hacia esa persona sin que sea
sometido a objeto de burla.
¿Y tú? ¿Qué harías?
No hay comentarios:
Publicar un comentario